viernes, julio 09, 2010

De vuelta en casa

Desde el corazón puedo decir que estoy de vuelta en casa.
Es curioso como emocionalmente tardamos en vincularnos a los lugares donde vivimos. Por eso creo que es importante que las raíces las echemos hacia adentro, hacia el corazón, para poder sentirnos en casa en cualquier lugar del mundo (jaja, ese es el slogan de mi estudio de diseño). ¿Dónde nos sentimos más en casa, después de habernos mudado varias veces?
Yo pensaba que nuestra infancia marcaba mucho, pero cuando los padres se separan, ya no hay un sitio a dónde regresar porque la casa que compartieron está alquilada...
Ver esos antiguos espacios habitados por otros da punzadas de nostalgia. ¿Dónde habitan los recuerdos de quienes no tienen abuelos con propiedades o de quienes siempre han alquilado su vivienda? Gran parte de mi vida ha estado vinculada a extensiones concretas de tierra, pero no se posee nunca la naturaleza, el olor del campo ni las sensaciones que quedan después de las lluvias de la tarde.
Quizá la vida que transcurre son estaciones de tren a las que nunca hemos de volver: podemos guardar souvenirs pero no viajar en el tiempo.

Gab