miércoles, enero 30, 2008

Ya sale el sol

23/sep/07

El mundo entero se mueve al ritmo de un compás en el que yo no participo.
Yo, que me columpiaba entre las olas del mar,
en las hebras que el viento colgaba de los árboles,
en la brisa que tejían las risas de mis hijas.
Yo, que era la dueña del universo entero.

¿Quién me ha desterrado de mi reino?
¿A quién le ha sido dado exiliarme de mí misma?
A nadie. He sido yo.
Yo quien cierra los ojos a la felicidad presente,
quien se ancla a los muertos del pasado,
yo quien debe andar de nuevo, paso a paso
para darme cuenta de que he conseguido salir entera del río.
Ya no más ropas mojadas que secar ni lágrimas que retarden la salida del sol.
Ya no más penas que las que trae el día.

Prender fuego a esa barca funeraria
y dejarla bogar corriente abajo, 
que ya no somos barquitos de papel a la deriva.
Tomar el timón de ésta nave, recuperar la ruta, 
el camino de vuelta a mí misma,
donde, por fin, encuentro a todos.

Gab