miércoles, agosto 03, 2005

Tarro y ceniza (juego propuesto por el Gran Bito)

VIDRIO RUBÍ

Todo depende del color del cristal con que se mira...
Yo solía mirar las tardes en mi balcón a través de un tarro de vidrio soplado rojo; a veces como un catalejo para matizar la praderita del patio de enfrente, a veces como microscopio para analizar mis emociones.
Era casi un ritual: preparar el te, endulzarlo y tomar el tarro entre las manos para calentarlas durante el invierno, dejando que el calorcillo reconfortante subiera por los brazos hasta el corazón. Sentarme sobre el barandal de concreto con las piernas colgando, cabalgando sueños que se extendían mucho más allá de la praderita. El cristal rojo daba una palidez luminosa a las imágenes. Los ruidos de la ciudad se mezclaban con la música escapada de algún otro balcón.
Crecí, me mudé de ciudad y de sueños. Ahora habito en la selva, entre cafetales y ceibas. Sin buscarlo reencontré mis raíces dejando atrás y adelante, mundos alternos.
Aquel tarro se habrá perdido en alguna mudanza o en los entresijos del tiempo y el espacio. Pero la esencia de las actitudes, de la multiplicidad de coloridos ante una misma circunstancia las conservo en el corazón y en un puñado de cristales de colores sobre la mesa, con los que en las tardes de lluvia, a solas con mis pensamientos, me asomo nuevamente para recordar (y no olvidar) que la vida no está detenida, que hay mucho que mirar en ambos sentidos, que somos viajeros y el tiempo no se detiene ni con la ceniza esparcida de tantos recuerdos.
Gab
Chiapas, Agosto de 2005

13 Comments:

Blogger Bito said...

Qué bonito Gabriela, qué bonito...

9:51 a.m.  
Blogger Larha said...

Gab muy amable. Le diste un buen uso a ese tarro, no olvides reencontrarlo.
Besos.

1:04 p.m.  
Blogger ss said...

estaba deseando escribir mi relato sobre el tarro y la ceniza para poder darme un paseo por todos los relatos que habeis escrito. Me ha encantado el tuyo, seguiré pasando por aqui, la verdad que esto de escribir todos sobre la misma idea y que surgan cosas tan distintas me hace creer como la gente te puede ayudar, precisamente por eso porque según con el cristal que se mira. :)

2:09 p.m.  
Blogger Isthar said...

Me ha encantado poder ver, por un instante, a través de tu tarro rojo :)

2:42 p.m.  
Blogger poemasperdidos said...

Gracias Bito por el juego, ha sido muy divertido ver lo variado de la creatividad simultánea!
yo propondría que lo repitamos alguna otra vez (y creo que es un sentimiento compartido por más de alguno!)

YTQ, Ahora que visité tantos blogs nuevos, creo que he enriquecido mi radio de acción con cosas muy interesantes. Gracias!

Sinmás: ¿hay que pedir permiso por escrito para reproducir tus genialidades? Lis hirmiguis mi mitirin di li risi (Me he reido como loca!)

8:29 p.m.  
Blogger poemasperdidos said...

SS:
Tu coleccionista me ha capturado!
Ya nos cruzaremos varias veces por estos caminos!

Isthar: Tu tarro mágico nos acoge a todos! Me alegra mucho que compartiéramos por un momento mi visión en rojo.


:)
Gab

9:00 p.m.  
Blogger Kaloni said...

Es muy bello, de verdad.

Un saludo.

10:02 p.m.  
Blogger Ligeia said...

Joo que lindooo!! Me ha gustado un montón!

Gracias por tu visita!!
Saludos.

8:49 a.m.  
Blogger crub said...

Hola, Gaby. me gustó mucho tu blog. Gracias por tu visita, prometo volver!

1:47 p.m.  
Blogger Araceli Gallardo Peña said...

Me gustó... a mi me gusta ver a través de la venta cuando llueve ¿eso cuenta?
Y más me gustó que ahora vives en un lugar tan hermoso.

10:54 a.m.  
Blogger Alvaro Bode said...

Precioso, me ha encantado!

Por cierto, deberías buscar ese tarro... ;)

Besitos

9:24 a.m.  
Blogger poemasperdidos said...

Ara:
Claro que cuenta ver a través de la lluvia! Ya habíamos quedado en fundar un club de admiradoras del agua-aire (lluvia) no? El próximo Post que escriba va a estar relacionado con las lluvias, tormentas y aguaceros! prometido.

Varo, ya he pasado por tu blog! Voy a regresar un día de estos con otro tarro de té.

El rojo ya no está, pero no olvides que mencioné los vidrios de colores! Son unas cuentas de cristal que compré hace años en un viaje con mi madre. Las até con un cordón de seda y me las colgaba de vez en cuando al cuello. Una de mis hijas lo encontró y como le atraen también los objetos extraños, pidió quedárselos. (De vez en cuando los olvida sobre la mesa y yo aprovecho).

:)
Gab

8:56 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

relato ascendente, muy agradable de leer.

9:27 a.m.  

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